Dicen que se nace y se muere una sola vez. Hay quien sin morir, viaja por el túnel, regresa y termina fusilado. Termina dando la vida por la patria y la patria no puede olvidar el dolor de haber cobrado vidas por la causa de Cuba. El dictador tiene el deshonor de tronchar vidas por mantener su poder y opresión. La justicia futura llama, calla y espera.
¿Quien era Gabriel Infante?
Joven cubano radicado en México empleado de la Embajada de Cuba en México, antes de la revolución.
Misión: Cuerpo de seguridad de la embajada.
En Diciembre del 57, efectuó una visita a Cuba, en calidad de vacaciones de Navidad para celebrar con sus familiares. Desafortunadamente lo agarro el triunfo de la revolución en Cuba. Al querer regresar se le negó la salida y tuvo que permanecer en Cuba hasta el día de su fusilamiento.
Contar su vida no es fácil por las inmensas vicisitudes que tuvo que afrontar en su calidad de funcionario de una embajada. Se le veto y se le cerco de tal forma que opto al cabo de un año por irse por el camino que solo le quedaba, la oposición.
Se alzo en el Escambray bajo las órdenes de El Pichi, bajo el cargo y seudónimo de El Capitán Enrique¨¨.
Grandes y cruentas luchas recorrieron su camino. Moviéndose constantemente, rompiendo cercos y librando batallas donde el enemigo era implacable y sanguinario. Zonas como Corralillo y Matanzas fueron sus batallas y lugares de combate.
Un día, estando acampado en una finca alrededor de la Ciudad de Matanzas, se libraría una inmensa batalla donde el cerco fue tan grande, que al verse atrapado, no vacilo en alzar su pistora y darse un tiro en la cabeza. Ese día, empezó su desgracia al quedar con vida al igual que su hermano herido en batalla. Poder describir esa horrenda odisea dentro de un hospital custodiado, sin conocimiento, con tubos por todos lados, con un ojo y el rostro destrozado debe haber sido para su hermano menos herido una tragedia de descomunales sentimientos. En tres oportunidades su hermano Braulio intento desconectarlo y cerrarle el oxigeno, para librarle de lo inevitable y de lo que tendrían que afrontar. Sus destinos ya estaban marcados para un fusilamiento. De ese hecho, alrededor de cien hombres colaboradores y enlaces fueron enjuiciados y condenados. Llego el juicio final, arrastrando los pies, faltándole un ojo, semejante a un zombi fue condenado al paredón de fusilamiento.
Fue tan grande su valor y entereza que apenas si podía mantenerse en pie por su estado físico, negándose a ser cubierto sus ojos en el momento final y sin haber delatado a sus principales enlaces, cayeron frente al paredón un 5 de mayo de 1963.
Ese día, murieron grandes cubanos, valientes y fieles a su causa.
Ese día, naci yo! Perdí un gran amigo, mi enlace y contacto con ellos, no fueron delatados, cayeron sin mencionar nombres y aquí me veo, por ellos y por todos, dándole vida y recordándolos ante el mundo.
Soy un eco, la sombra y la voz de un fusilado.
Ese es mi deber, es mi batalla y por ellos y en nombre de ellos, es que estoy aquí, escribiendo y batallando..
Infante Hidalgo, Gabriel de Jesús: 5 Mayo 1963, Fusilado, Matanzas. Jefe de guerrilla campesina.
Infante Hidalgo, Braulio: 18 Mayo 1963, Fusilado, Matanzas, MA.
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