Aquí en el tiviri tabara… pinceladas de identidad

Ñoooo……..mi hermanooo...
Guillermo Álvarez Guedez
Filosofo del costumbrismo cubano.



Este servidor nunca renunciará a su condición de cubano, que es tanto como sentirse dueño de un ducado o principado. Si por que ser cubano (aunque no se tenga ni un kilo en el bolsillo o se pase mas trabajo que un forro de catre) es mirar al mundo desde una perspectiva disímil, ser cubano va mas allá de cualquier definición que quiera generalizar una conducta una actitud dicho de otra forma somos distintos y diferentes.


Acepto (aunque no comprendo) sin embargo que alguien pueda transculturarse es decir cortejar culturas foráneas bien por estar mucho tiempo residiendo en otras tierras o porque al influjo de los tiempos quiera asimilar otras formas de ser es decir los esnobistas, los asimilados, los “empegó” al decir Lucumi.

Yo por ejemplo siento un enorme orgullo cuando escucho a gentes de la talla por ejemplo de Willy Chirino que lleva en USA un burujón de años (desde que salio vestido de marinero de Cuba) y que en cualquier entrevista o actividad en los medios habla se expresa y comunica como un autentico cubano y que me dicen de Gloria Estefan “la zorzal de la Habana” que partió al año y medio y a pesar de ello no solo no pierde sus raíces sino que las enriquece en cada actuación.

En el otro bando sin embargo estan los transculturados como la “señora” Niurka Marcos que habla mas mexicano que los mariachis y Pancho Villa juntos, pero el caso mas llamativo es el del afamado Alejo Carpentier nuestro “novelista mayor” que hablaba un español tan perfecto que todo se le entendía en francés.

Ni corto ni perezoso he incorporado en mi jerga palabritas como vos, sois y os para no desentonar, todo por el dichoso domino en el que comparto con canarios, andaluces y madrileños. Por su puesto que a ellos se les ha pegado lo mío como asere, compadre, bárbaro, chévere y parte del arsenal de nuestro rico y sonoro acervo lingüístico.

Ahora, esto que les narro a continuación me ocurrió en mi peregrinar por Francia país pivote de mi salto a las Canarias y es un reflejo de los transculturados o “empegó”.


Sentados mi media naranja y este servidor en uno de los bulliciosos cafetines de Los Campos Elíseos una tarde del mes de mayo (fría como el cará) hubimos de tropezarnos con un amigo de esos que se ven uno cada 10 o 20 años. El susodicho había compartido conmigo correrías en la secundaria cuando nos fugábamos entre turnos para irnos a bañar a Cojimar o a al difunto rió de Las Lajas. Bueno el asunto es que el se nos acerca me pone la mano en el hombro y en un lenguaje a lo Carpentier me dice: “Angeee comme saba mon ami”, sorprendido y en lo más elegante del lenguaje cubano es decir, a lo Ñico Saquito le suelto... Ñooo mi hermano aquí en el tibiri tabara y claro está hay mismo se armó la gorda pues mi consorte esposa puso cara de disgusto y mi otrora parnet me miro incrédulo pues había olvidado una frase tan cubana como las mismísimas palmas y el panque de Manacas.

Y es que se puede vivir donde se viva lo importante es no perder nuestras raíces (claro sin exagerar) conservar esa identidad esa forma de decir y hacer de nuestra tierra que hace del cubano un ser diferente y especial por que los somos y quien lo pone en duda.

Pese a que el tirano primero quiso hacernos pasar por rusos, luego por chinos y quizás ahora por norcoreanos nunca ha logrado ni logrará que dejemos de ser quienes somos un pueblo distinto y diferente con una tradición y una cultura que se reafirma cuando expresamos que Cuba es más pero mucho,mucho más.

Ángel Drag

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