Mi compatriota Pablo Neruda tituló sus Memorias "Confieso que he vivido".
Copiándole, yo digo "Confieso que vivido- y en esta parte de mi vida- confieso que estoy asqueada...".
¿Por qué?
Por cómo está el mundo.
Me quiero ir y no estar presente en lo que veo.
( ¿Habrá un planeta que me reciba que no esté contaminado y no permita tampoco las angustias?).
Como periodista debo transcribir lo que percibo y en estos últimos tiempos sólo me he encontrado con pesadumbre y desilusión de millones... e indiferencia y egoísmo del resto.
En el primer grupo me choca la actitud de zombies de muchos, las quejas de otros, la desperación de la mayoría. En ellos no hay liderazgo y si lo hubo se desgastó.
Son los Honrados. Son las escasas personas influyentes, pero neutralizadas por la astucia de los Lobos.
Está el enorme grupo de los Nobles. Son los hombres y Mujeres de Buena Voluntad en el Mundo, que me levantan el ánimo y me inspiran a seguir adelante, a pesar de todo.
Pero no son lo suficiente para enfrentar la Maldad, la Malicia y la Crueldad de la mayoría.
En segundo grupo, (el Otro Lado de la Cerca como lo llamo yo), está lo peor:
Se amalgaman allí, el Ventajismo Sinvergüenza, el Engaño Descarado, la Estúpida Inocencia y la Compra-Venta de Voluntades.
Por todo esto, son pocos los que se sacrifican y siguen luchando, a pesar de la corriente.
Por eso están ganado los Malos, porque como en una triste película del Oeste, John Wyne no aparece por ninguna parte.
¿Entienden ahora -de alguna forma- mi problema?