Foto: Angélica Mora
Angélica Mora
Apuntes de una Periodista
Nueva York
Creo que me hizo bien y mal ir a Chile.
Bien porque vi un pais diferente al que dejé hace más de 40 años.
Mal porque deseé, con todo mi corazón, quedarme en mi Patria
y no regresar a Estados Unidos,
donde resido desde hace 30 años.
Hoy la nostalgia es muy grande.
Visité mi Patria luego de no haber ido por 23 años.
No me explico por qué demoré tanto.
Puedo regresar cuando quiera, si así lo deseo,
pero me ata aquí -en el país prestado- casi toda mi vida adulta.
Está mi esposo que dicen las leyes "hay que seguir donde quiera que vaya",
están mis hijos, está mi hogar.
Más que nunca, entiendo la añoranza de los que están,
obligados por dictadores
o presidentes déspotas,
a vivir fuera de la Patria.
Sí, mi nostalgia es grande por mis paisajes,
mi familia y mis amigos.
Mi fantasma se pasea.
Anda por Chile,
especialmente de noche.
Contempla su mar y el sol poniéndose entre las olas.
Recorre calles y casas,
husmeando las siluetas y los perfumes que quedaron atrás:
Jasmines trepando por los naranjos,
rosas abriendo sus colores,
fuentes de agua que cantan a la luz de la luna
y perros que me siguen, porque me reconocen en mis andanzas.
Por eso, si me ven, ya saben por donde voy.