sábado, 31 de julio de 2010

UN RECUERDO ABOMINABLE


Por Alberto Benegas Lynch (h)
DIARIO DE AMÉRICA
New York, julio 29 de 2010.

Las canalladas parecen no tener límite. Del 3 al 10 de octubre de 2005 a poco de haber asumido como Papa Benedicto xvi, lo envió a Cuba al entonces Arzobispo de Génova Tarcisio Bertone quien, después de entrevistarlo a Fidel Castro, públicamente elogió “su notable lucidez” y “su solidaridad” en el contexto de la “necesidad de apoyar a los pobres” y subrayó que “en Castro hay un espacio creciente para escuchar a Dios” y que “no ha dejado de dar un buen ejemplo”.

¿Puede concebirse un cretinismo moral más repugnante por parte de quien a poco andar Benedicto xvi lo designó Cardenal y Secretario de Estado del Vaticano y quien es doctor en Teología y doctor en Derecho Canónico? ¿Es posible que el Cardenal Bertone condene a la muerte, a la tortura, a la miseria y al sufrimiento más atroz al pueblo cubano a manos de una yunta de tiranos desde hace más de cinco décadas? ¿Es este el sentido de la misericordia, el amor al prójimo y el respeto recíproco propagada a los cuatro vientos desde las alturas de la Iglesia Católica Apostólica Romana?  ¿Hay algún dato adicional a los aportados por los Carlos Alberto Montaner, Armando Valladares, Huber Matos de nuestra época para sacudir a los Judas insertos en la Iglesia de Cristo? ¿Es esa la manera de retribuir y acompañar a un pueblo en gran medida religioso donde muchos frente al pelotón de fusilamiento de los esbirros castristas exclamaban (y exclaman) Viva Cristo Rey?.

En la antigua Grecia, cuando el gran escultor Fidias pretendió cobrar sus emolumentos por la terminación de Atenea, la diosa de la sabiduría de doce metros de altura en el Partenón, se le dijo que dado que la escultura estaba en lo alto del monte Olimpo y que por ende solo se veía el frente, el no podía pretender la cobranza por toda la escultura, a lo que Fidias respondió que la parte de atrás “la ven los dioses”. Las declaraciones infames a que nos venimos refiriendo, entonces recogidas por muchos medios orales y escritos, fueron públicas pero también y principalmente “la ven los dioses”.

Es de gran importancia tener presente en la memoria hechos de esta naturaleza al efecto de saber quien es quien en este mundo. El antes mencionado Armado Valladares, después de la visita de Bretone a la isla-cárcel cubana escribió un muy difundido y sustanciosos artículo titulado “El pastor bendice al lobo” donde denuncia la patraña de marras. Tal vez Valladares ha sido lo único realmente rescatable de las Naciones Unidas ya que el Presidente Reagan lo designó Embajador de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de ese organismo internacional en Ginebra. En su libro Contra toda esperanza, Valladares -quien ha estado preso 22 años en el Gulag cubano- escribe que “algún día, cuando toda la historia se conozca con detalles, la humanidad se horrorizará como lo hizo cuando se conocieron los crímenes de Stalin”. En verdad, no resulta necesario conocer con más detalles las masacres castristas para condenar con todas las fuerzas a este régimen siniestro.

Huber Matos en sus memoria tituladas Como llegó la noche nos dice respecto al aparato instalado en tierras cubanas que “destruir seres humanos es su oficio” porque como escribe Montaner en Viaje al corazón de Cuba, allí “es legal matar a los opositores”.

Nuevamente fue el Cardenal Bertone a Cuba envido por el Vaticano en febrero de 2008  a raíz de lo que declaró fue “una invitación particularmente cálida de las autoridades civiles” y esta vez se entrevistó con el otro sicario (Raúl Castro) sobre quien destacó “su misión al servicio del país” y le deseó “votos de éxito” y aprovechó para rememorar y alabar a Monseñor Cesare Zacchi, el nuncio en el primer tramo de la revolución comunista que tercamente insistía en “los profundos valores cristianos de Fidel Castro”.

Y no se trata solo de los Castro sino de todos los que los han rodeado como artífices y cómplices del drama cubano. Hace algunos años se publicó un artículo del que estas líneas escribe titulado “Mi primo, el Che” (Guevara Lynch…la familia no se elige, se eligen los amigos, conocido aforismo que solía repetir mi padre que aplicaba con énfasis a este caso) donde mostraba el perfil de ese otro asesino glorificado por idiotas morales de muy diversa calaña. Hoy los hermanos Castro deciden liberar algunos pocos presos políticos para aliviar la presión de valientes opositores y para engatusar a los distraídos en cuanto a que el sistema cambiará mientras que se ajustan las clavijas de quienes quedan en la isla y se confirma la bota hedionda de los criminales en el poder.

Ahora Chávez -el bufón del Orinoco- gran admirador del comunismo cubano y de la autocracia iraní decidió romper relaciones diplomáticas con Colombia (en presencia de Maradona, otro apologista de la tiranía castrista) con la intención de ocultar la denuncia del gobierno de este país en cuanto a que Venezuela está albergando guerrillas de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas: mil quinientos terroristas en ochenta y siete campamentos venezolanos comprobados en base a innumerables documentos ampliamente difundidos por la mayor parte del periodismo independiente del mundo.

Además del socialismo español, el Unasur manejada por otro admirador de Cuba y de Chávez y, piloteada por quien fuera gran amigo de Salvador Allende, la inefable OEA, trascendió que el Vaticano también ofrece sus servicios de mediador en este conflicto. Se puede conjeturar la eventual inclinación de los tres primeros,  pero esto último no deja de agregar cierta preocupación si la intervención la administra el Cardenal Bertone en su calidad de Secretario de Estado del Vaticano, a menos que la mediación opere en la dirección constructiva, sensata y muy oportuna con que en su momento lo hizo el Cardenal Samoré en épocas de Juan Pablo ii que evitó una absurda y suicida guerra con los hermanos chilenos después que la Argentina recibiera el fallo arbitral adverso de la corona británica. En estos instantes se agrega a la lista de oficio la mandataria argentina con pronóstico parecido a los tres primeros candidatos y los interrogantes que suscita el cuarto.

Por su parte, el coronel Chávez decidió transformar la denuncia colombiana en una amenaza de conflicto armado al imponer “el estado de alerta máximo” y reunir tropas en la frontera con Colombia lo cual incluye armamentos provistos últimamente por los rusos. Busca afanosamente parapetarse en chivos expiatorios para salir del colosal marasmo en que el mismo ha sumido a su pobre país.

Como ha señalado el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma -quien se desempeña en el cargo a pesar de los ataques permanentes del aparato totalitario chavista- “la ruptura de relaciones con Colombia es para disimular no solo que el gobierno de Venezuela apaña la guerrilla colombiana, sino para distraer la opinión de la corrupción del gobierno, la inflación, el desabastecimiento y la andanada contra la libertad de prensa”. Algunos dignatarios de la Iglesia adelantaron su opinión favorable al régimen del “socialismo del siglo xxi de la república bolivariana”, lo cual trae a la memoria el recuerdo abominable de las antedichas visitas a Cuba en representación del Vaticano.

domingo, 25 de julio de 2010

Héroes de nuestro tiempo

TRIBUNA: MARIO VARGAS LLOSA 

Que una veintena de presos políticos cubanos hayan sido excarcelados y venido a España con sus familias, y que el Gobierno de Raúl Castro haya prometido excarcelar en los próximos "cuatro o cinco meses" a algunas decenas más es una buena cosa, sin duda, y hay que alegrarse por ello.

Con las excarcelaciones pretenden que la UE abandone la Posición Común contra Cuba
El régimen quiere desactivar la campaña exterior y levantar su desprestigiada imagen
Lo primero que cabe preguntarse sobre este puñado de exiliados que, después de largos años de martirio en las prisiones cubanas, salen libres, es quiénes son. Ninguno pertenece al antiguo régimen, todos nacieron y fueron formados por la revolución, y su disidencia, por lo tanto, no nace de nostalgia por un pasado que no conocieron, sino de un rechazo a una dictadura que han padecido desde adentro y que despertó en ellos un anhelo de libertad. Por sus oficios, representan todo el abanico social: obreros, artesanos, ex soldados, periodistas, ex funcionarios. ¿Los delitos por los que fueron condenados a esas durísimas penas de 12, 15 y 20 años de prisión? Firmar peticiones, escribir artículos, tener una máquina de escribir, constituir grupos de derechos humanos u oficinas de información independientes, actividades pacíficas y ajenas a cualquier tipo de subversión o violencia. Si a eso se suman las infinitas vejaciones, golpizas, torturas y castigos de toda índole de que han sido víctimas los años que pasaron en la cárcel, no hay duda, cada uno de ellos es un testimonio viviente de la brutalidad irracional que aplica el régimen castrista contra quienes no se someten a él con servidumbre total y del heroísmo que hace falta para enfrentarse, aunque sea de la manera más benigna, contra una dictadura totalitaria como la cubana.
¿Por qué han podido salir de la isla? ¿Por los buenos oficios de la Iglesia católica, "acompañada" del Gobierno español, según la fórmula empleada por el ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos? Mi impresión es, más bien, que el Gobierno cubano, viéndose en una tesitura sumamente difícil luego de la muerte del disidente Orlando Zapata, tras 86 días de huelga de hambre, que provocó condenas en todo el mundo, y la inminente muerte de Guillermo Fariñas que llevaba cerca de 130 días en huelga de hambre, decidió hacer un gesto y se sirvió de ambos para sus propios fines. ¿Cuáles? El primero, desactivar la campaña exterior contra el régimen y levantar algo su desprestigiada imagen institucional.
El segundo, más importante, conseguir mediante estas excarcelaciones que la Unión Europea abandone la Posición Común que suspende toda colaboración económica con el régimen mientras no haya una mejora tangible de los derechos humanos en la isla. Para la dictadura cubana, que vive una situación económica crítica, de la que no sabe cómo salir porque teme que cualquier apertura a la inversión privada y liberalización del mercado la debilite y signifique el principio del fin de la estructura vertical que la sostiene, la cooperación y ayuda exterior son el balón de oxígeno indispensable para alargarle la vida.
Es ingenuo pensar que la excarcelación de unas decenas de presos políticos constituye una reforma sustantiva de la política del régimen contra la oposición. Uno de los rasgos más repugnantes de la dictadura caribeña ha sido su vieja costumbre de regalar presos a los políticos occidentales que iban a hacer el besamanos al dictador, para que ganaran bonos en sus países como salvadores y dieran testimonio de lo flexible que podía ser el régimen cuando era tratado con comprensión. Este innoble tráfico de carne humana en las relaciones públicas puede permitírselo sin riesgo alguno una satrapía cuya reserva de prisioneros políticos es un barril sin fondo, y reemplaza a discreción los presos que ofrece a sus huéspedes importantes.
Por el momento, nada ha cambiado, salvo que -¡en buena hora!- unos cuantos héroes de nuestro tiempo han podido salir de Cuba con sus familias a iniciar la difícil vida del destierro, y, como han dicho todos ellos, a seguir luchando desde el exterior por la democratización de su país. Los medios de comunicación cubanos no han dicho palabra de lo ocurrido, salvo la reproducción en Granma de un comunicado del arzobispado que debe haber dejado en la luna a sus lectores. No hay una sola disposición, reglamento o ley que sirviera para mandar a la cárcel a los disidentes que haya sido suspendida, abolida o corregida, ni la menor promesa del Gobierno cubano que haga suponer que la excarcelación es el inicio de una política de tolerancia para los objetores.
El Gobierno socialista español cree que sí lo es y este es el argumento con que el ministro Moratinos tratará de convencer a sus colegas de la Unión Europea para que levanten la Posición Común y la sustituyan por una política de apaciguamiento, amistad y "diplomacia silenciosa" que vaya persuadiendo discretamente a la dictadura de que inicie de una vez una apertura real.
Confieso que nunca he entendido por qué un Gobierno democrático, en el que hay un buen número de luchadores contra el franquismo que vivieron en carne propia lo que significa una dictadura totalitaria, lleva a cabo con Cuba una política que, en términos prácticos -son los que importan- solo sirve para prolongar la existencia de una dictadura atroz, que lleva más de medio siglo, y que ha hundido a los cubanos en la miseria, el miedo, la inseguridad y el más cruel despotismo. Y, peor todavía, que constituye una recusación y hostilidad flagrantes contra una oposición que, jugándose la vida y exponiéndose a abusos y represalias vesánicas, lucha para que Cuba alcance lo que tiene España desde la muerte de Franco.
Me lo he preguntado muchas veces y cada vez me parece más difícil encontrar una respuesta que no implique una patética falta de visión, la pequeñez o la ceguera. ¿El acercamiento a la dictadura cubana del Gobierno socialista español es, simplemente, una manera de mostrar un cambio radical de política con la del Gobierno de José María Aznar, quien persuadió a Europa de adoptar la Posición Común? Si fuera así, la política exterior de España no sería más que un juguete sin brújula al servicio de menudas querellas partidistas, sin continuidad, horizonte geopolítico ni moral.
Tal vez, la explicación sea de otra índole. El socialismo español, afortunadamente para España, de socialismo tiene ya solo el nombre (y acaso la nostalgia). Como todos los partidos socialistas del Occidente, el español se ha modernizado, renunciando a los viejos paradigmas ideológicos, la lucha de clases, el estatismo, el colectivismo, el dirigismo económico, y ha terminado por conformarse a realidades que antes combatía con encono, la empresa privada, el mercado, la inversión extranjera, y es, hoy día -aunque nunca lo reconocería en estos términos- un baluarte del capitalismo y de la democracia liberal. Sus diferencias con los partidos conservadores y centristas son menudas e intrascendentes, salvo en la retórica de sus dirigentes, en la que a veces sobrenadan los antiguos clisés de la enterrada ideología.
Me pregunto si la incomprensible e inmoral política del Gobierno socialista español de colaboración con el castrismo no es una manera para sus dirigentes de demostrarse a sí mismos que no es verdad que hayan dejado de ser socialistas, que ahí está la prueba, lo que hacen para salvarle la vida a la acorralada revolución cubana, que, aunque haya cometido muchos errores, es todavía el emblema de aquel socialismo que fue el suyo, cuando eran jóvenes y utópicos y creían que la peor de las lacras de la humanidad fue la aparición del capitalismo egoísta y vil. Tal vez eso les dé buena conciencia y, pasajeramente, los exonere de la tristeza de comprobar a cada paso que, en todo lo demás, salvo en Cuba, dejaron de ser "revolucionarios" y se volvieron pragmáticos, socialdemócratas, es decir social-pendejos como los llaman los compañeros cubanos, y, horror de horrores, ¡hasta liberales! Qué pena que toda esta operación exculpatoria de un Gobierno que debería liderar el apoyo de los países libres a los héroes de la libertad en Cuba, se haga a costa de 11 millones de cubanos sometidos desde hace más de medio siglo a un régimen que se disputa con Corea del Norte el privilegio de ser la última dictadura comunista del planeta.
Hago votos para que, siguiendo lo que piden los presos políticos desterrados de Cuba, la Unión Europea no cometa la imprudencia de renunciar a la Posición Común y la mantenga hasta que el régimen de los hermanos Castro dé pasos verídicos y comprobables de una democratización.
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