jueves, 26 de marzo de 2009

PERRO NO COME PERRO

Segun El Nuevo Herald:El ex gobernante cubano Fidel Castro salió ayer miércoles en defensa de los ex vicepresidentes del Consejo de Ministros Osmany Cienfuegos y Pedro Miret, arremetió fuertemente contra las agencias de noticias y salpicó de diatribas a un conocido académico de Miami.
Nosotros que sabemos quien es Osmany Cienfuegos quien es conocido por sus asesinatos y quiero hacer un recuento de su historia:

La Historia:El día 22 de Abril, las fuerzas del gobierno marxista agruparon en el teatro de operaciones a un gran número de miembros de la Brigada 2506 capturados, y bajo la supervisión del comandante comunista Osmany Cienfuegos, comenzaron a montar en una rastra a los brigadista 2506, hasta llegar a más de cien, donde algunos se encontraban heridos.

Al momento en que los militares del Gobierno iban a cerrar la puerta de la mencionada rastra, y la cual era de aluminio, algunos de los Prisioneros de Guerra protestaron, puesto que al cerrarse no tendrían ninguna ventilación, a lo que el Comandante Osmay Cienfuegos les manifestó: -“Si se mueren, mejor así, pues no tendremos que fusilarlos”-.

LA JUSTICIA TARDA, PERO LLEGA!


1 comentario:

1cuban4Ever dijo...

Falto agregar que:
Que tiempo había transcurrido antes de que la rastra se detuviera, un día, una semana, un mes; para aquellos hombres ya el tiempo no contaba. Pero si, era cierto, la Rastra de la Muerte se encontraba sin movimiento. -“Ha fallecido otro compañero”-, grito uno que se hallaba al final de la Rastra. No se había terminado de oír la infausta noticia, cuando en elocuente discurso de asesinato, comenzaron a escucharse disparos. -”Todos al suelo, que nos están tirando”- Al terminarse los disparos, se oyó una voz que desde afuera, les expresaba: -”Aquí en Matanzas los vamos a matar, antes de que lleguen a La Habana”- Efectivamente, los disparos habían sido dirigidos a la Rastra, y gracias a los agujeros provocado por las balas, la Rastra de la Muerte al llegar a La Habana, no se había convertido en un total holocausto.

Al abrir sus puertas frente al Palacio de los Deporte en La Habana. con la vergüenza reflejada en el rostro de algunos milicianos y la bestial e inhumana sonrisa de otros, uno tras otro fueron sacando de la RASTRA DE LA MUERTE, los cadáveres de estos Mártires cubanos.


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