VENEZUELA FRENTE AL ESPEJO DE CUBA.

El proceso nacionalizador de Chávez se ha acelerado a un ritmo frenético desde 2007.

Ahora le han tocado a los medios masivos de comunicación, particularmente a la televisión y la radio. Para justificar estas medidas habla de un “latifundio mediático” de las empresas privadas. Ha ordenado el cierre de 285 emisoras de radio y TV. Debemos recordar que en mayo de 2007 estatalizó a CANTV, la más grande empresa de telecomunicaciones del país. Así mismo, compró a la norteamericana Verizon, con lo que tiene el 100% de esta rama en sus manos.

El señor Chávez quiere destruir el “latifundio mediático” según ha dicho. Lo que no ha dicho es que Él se convertirá en el más grande latifundista y monopolista de todos los medios masivos de comunicación de la República de Venezuela.

Se trata de silenciar a la oposición democrática, de no darle ninguna posibilidad de disentir. Desde luego, todo eso bajo la dirección de su querido maestro Fidel Castro, el más grande violador de los derechos democráticos en el continente, en el último medio siglo.

Los que pensaban que el venezolano iba a seguir un camino castrista corregido, se equivocaron: es la copia al carbón de todos los pasos dados por el castrismo, para tener en su puño todos los resortes del poder, incluyendo – por encima de todo - al llamado “cuarto poder”.

El Guión – copia exacta de F. Castro -del monopolio y latifundio del poder, sigue su curso sin perturbación. Las fases son las siguientes:

-Creación del “Enemigo”, el Imperio Americano”

-Nacionalización de los sectores más importantes de la

economía: petróleo, siderúrgica, electricidad,

telecomunicaciones, sistema bancario, cementeras,

alimentos, expropiación de tierras, etc.

- Nacionalización o expropiación de todos los medios de

comunicación: televisión, radio, prensa escrita, cine,

Internet.

- Creación del PUSV, que luego se convertirá en el

- Partido Comunista de Venezuela, con su Primer

Secretario, Hugo Chávez Frías.

- Terror, tortura, asesinatos, abusos y represión contra

todo vestigio de Oposición democrática.

- Dominio absoluto de la Educación, con programas de

educación marxista en todos los niveles de enseñanza.

Eliminación de las escuelas y Universidades privadas.

- Creación de un masivo sistema de escuelas de

instrucción marxista, para preparar a decenas de miles

de partidarios y cuadros del PCV.

- Formación de los Comités de Defensa Bolivarianos,

ojos y oídos de la Inteligencia y Contrainteligencia, así

como del Departamento de Seguridad del Estado.

- Creación de organizaciones – bajo la dirección del

PCV- que agrupen a mujeres, niños, jóvenes,

estudiantes, obreros y campesinos. También se

agruparán a los escritores, artistas y profesionales

de todas las ramas de la economía.

- Formación de escuelas para preparar a nacionales y

extranjeros como guerrilleros, agentes provocadores,

especialistas en motines y manifestaciones, agentes

de inteligencia y contrainteligencia, como fuerzas de

infiltración y subversión en los países vecinos y en

toda Suramérica.

- Extraordinarias inversiones en las fuerzas armadas,

fuerzas especiales, seguridad del estado, aparato

policial, milicias y fuerzas paramilitares, con el objetivo

“público” de proteger a la “Revolución Socialista” y con

el objetivo real y secreto de destruir a los movimientos

opositores.

- Creación de un Parlamento sin oposición, totalmente

compuesto de los miembros del PCV, y fieles al Patrón

Mayor, Hugo Chávez.

Con todo el poder económico, político, militar y sobre los medios masivos de comunicación en las manos, no habrá Dios ni fuerza que pueda sacar a Hugo Chávez del poder perpetuo.

Supongo que su más recóndito anhelo será sobrepasar a su adorado maestro, que ya tiene 50 años en el poder.

Tal y como dijo en una entrevista el señor Alberto F. Ravell, Director ejecutivo de Globovisión “Si los venezolanos dejan que les quiten los medios, bien merecido lo tienen. Se quedarán sin información” Pero no sólo se quedarán sin información: se quedarán ausentes del poder, porque información es poder.

Los pobres de Venezuela –obreros, campesinos, personal de servicios, etc. – no saben lo que les traerá el apoyo a Chávez y su Guión totalitario.

Ese Guión se impondrá a la fuerza, con la violencia del poder, como se demuestra en estas palabras del Presidente de PVDSA, Rafael Ramírez: "Quien no esté en un comité socialista es sospechoso de conspirar contra la revolución".

Dijo más: "El que no se sienta cómodo con esa orientación, es necesario que le ceda su puesto a un bolivariano (un partidario del presidente)". Esto lo dijo en un vídeo que mostró la oposición hace algún tiempo.

Este señor es la cara fascista de lo que le espera a los trabajadores. Es uno de los más importantes dirigentes del PUSV, el partido marxista de Chávez.

No sólo será en los centros de trabajo. Lo aplicarán sin concesiones en las Universidades: “Las Universidades son para los revolucionarios”, consigna castrista aplicada en Cuba de manera radical, y que destruyó la vida de miles de jóvenes universitarios, a través de las incontables purgas que se hicieron.

Aquí están expuestos los verdaderos propósitos de Chávez y sus guatacas y seguidores, en la cúpula en el poder.

Venezuela tiene que mirarse en el espejo de Cuba, uno de los países más desarrollados de América en los años 50. El Guión Totalitario de Fidel Castro, la ha destrozado como Estado, Sociedad y Nación. La miseria y la pobreza sólo se pueden comparar con Haití, a pesar de lo que diga la propaganda comunista acerca de los éxitos en educación y salud pública.

Si el pueblo venezolano y su Oposición, no paran a Chávez, el destino de su país será el mismo que el de Cuba. Ya están advertidos. Lo que queda es de su parte. Sólo la más extrema unidad de las fuerzas democráticas, con el apoyo de las fuerzas armadas, podrán detener a tiempo estos planes macabros del señor Chávez.

De lo contrario – cosa que ya no veré – tendrán a este golpista, que postula mentirosamente ser un demócrata, los próximos 50 años en el poder.

Un abrazo.

Asdrúbal Caner Camejo

Representante del PSC

en Canadá